Alexander Manuel Pérez Gutiérrez tenía 16 años cuando fue sentenciado en 2011 por el asesinato de dos personas. Este 4 de noviembre dejará el anexo juvenil del penal Ancón II de Piedras Gordas.
Impulsivo,
violento, insensible al dolor humano y calculador. Ese fue el resultado de la
evaluación psicológica que le hizo el Policía a Alexander Pérez Gutiérrez (22),
más conocido como ‘Gringasho’. El próximo 4 de
noviembre saldrá en libertad tras seis años de encierro y sin haber pagado los
S/ 5000 de reparación civil.
En
septiembre del 2011, 'Gringasho' fue arrestado por asesinar a Rully Ventura
Vásquez y Edwin Marreros Silva, dos supuestos criminales, en el distrito El
Porvenir, de Trujillo. El sicario contaba entonces con 16 años. Por ser menor
de edad, el Poder Judicial lo sentenció a cumplir seis años internado en el
Centro de Rehabilitación de la región a modo de medida socioeducativa.
Un
año después de ser sentenciado, fugó junto con otros tres internos y con la
ayuda de su tío Roberto Carlos Gutiérrez Gusmán, alias ‘El Soli’. Pocos días
después llegó a Lima junto a su enamorada Yazmin Maquina Casas, también
conocida como ‘Gringasha’. Ambos fueron detenidos en un hostal de Los
Olivos y el sicario fue trasladado al Centro Juvenil de Diagnóstico y
Rehabilitación de Lima 'Maranguita'. Pero en 2013 volvió a fugar, esta vez
junto a 12 personas. Un mes después, la Policía lo recapturó en Santa Anita.
Con la mayoría de edad recién cumplida, fue llevado al anexo juvenil del penal
Ancón II.
Pese
a su corta edad, 'Gringasho' tiene una larga carrera en el crimen. Se sabe que
'El Soli' lo introdujo desde muy niño al mundo del sicariato. Con apenas 14
años, se convirtió en el líder de ‘Los malditos de Río Seco’ de Trujillo.
La Policía sospecha que ha estado involucrado en al menos diez asesinatos.
Una
de sus presuntas víctimas fue Deysi García Tooh, una mujer con ocho meses de
gestación a quien le disparó en la cabeza. A los 15 años fue internado en
un Centro de Rehabilitación Juvenil en Trujillo por este caso, pero salió
libre por falta de pruebas. Hasta el momento de su internamiento
definitivo, vivió huyendo de la Policía.